La Palabra de Dios presenta a diferentes personas sobre cuya cabeza el aceite de la unción fue derramado. El aceite es una figura bien conocida del Espíritu de Dios, y el ser derramado sobre la cabeza, simboliza el llamado a un oficio en particular.
– Así eran ungidos los llamados a ser reyes (1 Sam. 16:13),
– o los profetas (1 Reyes 19:16)
– o los sacerdotes (Ex. 30: 30, Ps. 133:2).
El Señor Jesús, el ungido del Señor, reúne en sí mismo estos tres oficios: El es el Rey de reyes (Apoc. 19:16), el Profeta prometido, superior a Moisés (Deut. 18:15,18), y el Gran Sumo Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec (Hebreos 6:20). Pero hay otra persona en las Escrituras, que también recibió el aceite en la cabeza, este fue el leproso sanado durante su ceremonia de purificación (Lev. 14:18, 29). ¿Para qué oficio pude ser llamado este? En la gracia maravillosa de Dios, una vez lavado con la sangre preciosa de Cristo, el pecador culpable, en el cual la lepra limpiada es figura del pecado limpiado, está ahora íntimamente asociado con Cristo (el Ungido) y
– es llamado, como un rey, para reinar con Cristo (1 Tim. 2:12, Apocalipsis 5:10, 20:4, 22:5),
– y como un profeta, para hablar de y para Cristo (1 Cor. 14:31, 1 Pi. 4:11 )
– y, como sacerdote, para ofrecer sacrificios a Dios por medio de Cristo (Apocalipsis 1:6, Heb. 13:15, 1 Ped. 2: 5,9).
Así nosotros estamos establecidos en Cristo, y el que nos ungió, es Dios (2 Cor. 1:21). ¡Qué oficios tan dignos tenemos a cargo, para aquellos que fuimos tan miserables! (LF 36-1)
NOTA: Todas las referencias Bíblicas son tomadas de la versión Reina Valera 1960, a menos que se especifique de cual otra versión fueron tomadas. Todo material sin firmar está inspirado por Ec. 12:11. Mándanos toda correspondencia, comentarios y sugerencias a: sembradorescotidianos@tlb.sympatico.ca
Ultima actulización 2013/11/27