Encontramos cuatro ejemplos, uno en cada uno de los cuatro Evangelios, donde el Señor Jesús dice «Quiero», expresando Su voluntad directamente. En los primeros tres (Mateo 8:3, Marcos 1:41, Lucas 5:13) Su voluntad es expresada hacia un pobre leproso a quien el Señor deseaba sanar (limpiar): «Quiero, sé limpio». Así como consideramos al leproso como una figura del pecador, y sabiendo que todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23), somos recordados en 1 Timoteo 2:4 «El cual quiere que todos los hombres sean salvos, y que vengan al conocimiento de la verdad.» No puede haber duda de que Él ama al pecador y quiere limpiarlos del pecado con su propia y más preciosa sangre. Después en el último Evangelio, el Evangelio de Juan leemos las maravillosas palabras del Señor Jesucristo «Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo;» (17:24). ¡Él no sólo expresa el deseo para limpiar de la culpa al pecador, sino también su introducción en Su presencia en la gloria, en el hogar preparado por él para los leprosos que él limpió! ¡Qué amor!
NOTA: Todas las referencias Bíblicas son tomadas de la versión Reina Valera 1960, a menos que se especifique de cual otra versión fueron tomadas. Todo material sin firmar está inspirado por Ec. 12:11. Mándanos toda correspondencia, comentarios y sugerencias a: sembradorescotidianos@tlb.sympatico.ca
Ultima actulización 2008/11/15