¿No hay una lección a buscar para nosotros en 1 Reyes 3:16-27? Hemos aprendido aquí la manera en que la sabiduría de Dios se manifiesta en los corazones. Una mujer puso de manifiesto su culpabilidad por su falta de amor por el niño mientras que el verdadero amor de la madre se manifestó también. Cuando las diferencias salen a la luz entre los santos en la reunión, éstas pueden causar dificultades e incluso división, ¿Cuál es nuestra actitud? ¿Queremos tener la razón a cualquier precio, a costa de dividir a los hermanos, o estamos dispuestos a negarnos a nosotros mismos y nuestros puntos de vista completamente para garantizar el bienestar y la unidad de los amados hermanos y hermanas? El verdadero amor, amor divino puede discernir cuando ese supuesto podría comprometer la verdad. A menudo, pensamos que estamos defendiendo la verdad en fidelidad, de acuerdo con nuestras opiniones, mientras que en realidad estamos luchando contra otro aspecto de la verdad. Podemos aprender de esta pobre mujer que estuvo dispuesta incluso a renunciar a su hijo, a fin de evitar la división de su cuerpo (Efesios 4:1-3).
NOTA: Todas las referencias Bíblicas son tomadas de la versión Reina Valera 1960, a menos que se especifique de cual otra versión fueron tomadas. Todo material sin firmar está inspirado por Ec. 12:11. Mándanos toda correspondencia, comentarios y sugerencias a: sembradorescotidianos@tlb.sympatico.ca
Ultima actulización 2008/09/15